El origen de una filosofía

Quien la sigue, la consigue, ese ha sido siempre mi lema y siempre me he regido por esos principios, así que quizá interese a los lectores de este humilde espacio conocer los orígenes de las personas que estamos al otro lado de la pantalla, alimentando el día a día de sucesos interesantes y noticias que realmente merecen la pena.

A veces, todo lo que necesita alguien es un mentor y yo encontré al mío en el momento en el que más lo necesitaba. En mi casa las cosas nunca fueron demasiado bien, mis padres querían que siguiera con el negocio familiar, una farmacia en el centro de mi pequeña ciudad y yo, empeñado en convertirme en un escritor de categoría, nunca les hice demasiado caso. Tampoco ayudaba mi trayectoria escolar, siempre fui un alumno rezagado respecto al resto y eso sacaba a mis pobres progenitores de sus casillas muy a menudo, especialmente a mi padre.

Por la suma de todos estos factores, yo ni siquiera me planteaba la posibilidad de estudiar una carrera, a decir verdad, apenas me planteaba el futuro, simplemente me preocupaba por poder pasear por el barrio con mis amigos, enterarme de los cotilleos, charlar y leer libros de vez en cuando, a decir verdad, hasta que no fui más mayor no comencé a devorar libros como un auténtico animal.

Sin embargo, tenía 17 años y las cosas menos claras que nunca en mi vida, un profesor se encariñó de mi forma de escribir los trabajos y los exámenes, evidentemente, no solía estudiar mucho, pero con él siempre aprobaba. Un día me cogió por banda y me dijo: mira, no sé qué idea tienes para el año que viene, pero te voy a aprobar mis dos asignaturas si me prometes que te dedicarás a algo en lo que tengas que escribir.

Un primer paso con una idea clara

Aquel punto de mi vida fue un antes y un después para mí. Nunca antes alguien había dirigido mis habilidades dándole un sentido. Por ello, podríamos decir que este blog ha nacido, en parte, gracias a mi antiguo profesor de instituto. Gracias a él se me pasó por la cabeza estudiar en la universidad, gracias a él empecé y terminé la carrera de Periodismo en la Universidad de Salamanca y gracias a él nos juntamos un grupo de amigos de la carrera para dar salida a este proyecto.

Yo, como redactor principal del equipo y “padre” de la idea original, me parecía adecuado introducir este pedazo de nuestra historia, que al fin y al cabo representa los ideales que tenemos todos como grupo, siempre luchar por nuestros sueños y con la verdad por delante.